Lo cierto es que las personas bisexuales representan un 52% de todas las personas que no se declaran heterosexuales frente a un 31% de gais y un 17% de lesbianas. Este 52% lo forman un 33% de mujeres y 19% de hombres.
Sin embargo, estos datos parecen no bastar para erradicar la discriminación constante que sufre esta parte del colectivo LGTBI+. Los bisexuales son mayoría, pero una mayoría invisible.
La falta de suficientes referentes que formen parte de la historia, motivada tal vez por la gran cantidad de prejuicios y estigmas sociales que nos rodean, hace que conozcamos más bien poco sobre esta orientación sexual. ¿Sabemos realmente qué es ser bisexual?
Definición real de bisexualidad
El prefijo –bi- significa dos, motivo por el cual hayamos podido pensar alguna vez que los bisexuales se sienten atraídos por hombres y por mujeres dejando fuera a personas de género no binario o de género fluido.
Nada más lejos de la realidad. La bisexualidad es un tipo de orientación sexual referida a la atracción afectiva, sexual o emocional hacia más de un género, por lo que en realidad es una idea fluida, abierta y sujeta a variaciones entre diferentes personas.
De esta manera y, con toda lógica, se ha extendido el uso del término pansexual, que significa “todo” y queer, que define a quien rechaza ser clasificado por sus prácticas sexuales o su sexo biológico.
Ya en 1990, el Manifiesto bisexual, publicado por un grupo de artistas y escritores en EE.UU. rezaba que “la naturaleza de la bisexualidad es binaria o duogama: que tenemos dos lados o que hay que estar con los dos géneros para ser humanos realizados. (…) No debemos asumir que solo hay dos géneros”.
¿Somos todos bisexuales por naturaleza?
El biólogo y sexólogo Alfred Kinsey planteó a principios del siglo XX una de las teorías pioneras en referencia a esta temática. Defiende que la heterosexualidad y homosexualidad se combinan en diferentes niveles.
Tras miles de cuestionarios realizados, publicó un informe revolucionario con una escala de la orientación sexual. Ésta se divide en siete grados que van desde lo más heterosexual a lo más homosexual, pasando por espacios intermedios, en donde, según Kinsey, se sitúan la mayoría de las personas.
¿La bisexualidad es solo una fase?
Según diversos expertos y estudios científicos realizado a lo largo de los años, considerar que ser bisexual es una fase hacia la aceptación de otra orientación sexual, si bien esto ha podido sucederle a un porcentaje de personas, es un error.
Para la activista Elisa Coll, existe una necesidad social de que los bisexuales demuestren su condición sexual manteniendo relaciones con más de un género. Incluso, dentro del colectivo LGTBI+ hay quien opina que están, de alguna forma, “contaminados” de heterosexualidad y deben decidirse para ser considerados en serio.
Coll afirma que, este binarismo lleva a asumir la orientación de una persona en función de la relación en la que está en ese momento como parte de un colectivo dominante, es decir, heterosexual, gay o lesbiana.
Esto no es más que una expresión de bifobia denominada passing y se da de dos formas:
- Afirmando que la bisexualidad no existe, que es indecisión o que se trata de una fase.
- Señalando que todo el mundo es bisexual, lo que es igual a decir que nadie lo es y que la bifobia no existe.
Como partes de la comunidad LGTBI+, debemos evitar la discriminación dentro del propio colectivo. Para ello, es esencial estar informados y, en este punto, la educación sexual es fundamental para detectar y eliminar este tipo de comportamientos.
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